Corks es un perrito que refleja mucha felicidad para todos a su alrededor, por lo cual es muy difícil pensar que ha tenido que pasar por situaciones realmente tristes en su pasado. La vida feliz de la que actualmente disfruta Corks es gracias a una organización de rescate que junto con otra serie de personas amorosas decidieron brindarle una segunda oportunidad.
Él fue encontrado a finales del año pasado deambulando por las calles y con graves heridas en sus patas. Los veterinarios piensan que pudo haber sido arrollado por un auto.
Corks fue vendado y llevado a un refugio, pero, aunque comenzó a sanar físicamente, las heridas emocionales eran evidentes, además los días allí estaban contados para él.
Perro es muy feliz de tener una segunda oportunidad
La organización de rescate Dogs Without Borders le salvó la vida antes de que lograran sacrificarlo.
El personal de la organización escribió:
«[Estaba] a punto de ser sacrificado en el refugio. Había perdido tanta confianza en los humanos».
Con el pasar del tiempo, Corks comenzó a mostrar muchas mejorías en su estado de salud, pero necesitaba más tiempo para volver a sentirse seguro con las personas.
Por fortuna, unos meses después el perrito logró encontrar un hogar de acogida con Brooke Wilson, quien escuchó su historia y no pudo evitar ayudarlo siendo partícipe de ésta segunda oportunidad que le brindó la vida.
Cuando Corks llegó a la casa de Wilson, ella pudo notar que no estaba acostumbrado a la amabilidad.
Wilson dijo a The Dodo:
«En la primera semana, me gruñó a mí, a mis compañeros de cuarto y a la mayoría de las personas que conoció. Era lento para confiar».
Poco a poco y con mucho amor las cosas comenzaron a mejorar para Corks, el triste perrito comenzó a retomar la confianza en los humanos.
En un inicio no dejaba que nadie lo tocara, pero se ha empezado a adaptar a los abrazos, los besos y a convivir incluso con otros animales de compañía. Este adorable perrito ahora es muy feliz.
La idea de Wilson era inicialmente brindar un hogar de acogida, pero no pudo evitar sentir un inmenso cariño hacia el perrito por lo cual finalmente optó por adoptarlo y brindarle amor por el resto de su vida.
Gracias a que se animaron a brindarle una segunda oportunidad, el perrito triste se esfumó. Ahora Corks tiene una mirada que transmite alegría a pesar de todas las dificultades que ha afrontado.
Wilson dijo:
«Hacer que un perro maltratado confíe en ti puede ser un desafío. Pero el amor y la paciencia realmente pueden hacer milagros».