Algunos perros tienen un objeto especial que los acompaña a todos lados. Cuando un perrito llamado Marley, se encontró por primera vez con una fresa de juguete, mientras estaba de compras con su madre, se enamoró por completo.
Marley no dudó en elegir el juguete y le dejó claro a su madre que lo quería, y por supuesto ella se lo compró. Desde ese momento fue su juguete favorito.
Perro recibe una caja llena de su juguete favorito
Durante más de un año, Marley jugó con su pequeño peluche de fresa; se había convertido en un objeto muy especial para él y lo adoraba.
La fresita era tan importante, que cuando Hayley Martin, su mamá conoció a uno de sus ídolos, la cantante Kirstin Maldonado del grupo Pentatonix, le trajo una fresa para que se la diera a su propio perro.
Ella esperaba que el peluche le gustara tanto a su perro, como le gustaba a Marley, pensaba que había una conexión especial entre la fresa y los perros.
Lastimosamente, después de Marley estar más de un año jugando con la fresita, se desgastó mucho y Hayley tuvo que botarla a la basura.
Hayley, dijo a The Dodo:
«Las últimas aventuras del juguete fue cuando se empapó y se cubrió de barro, y al lavarlo no pude salvarlo».
La madre de Marley, de inmediato buscó comprarle otra fresa similar, pero se sintió devastada cuando se enteró de que el juguete había sido descontinuado.
Marley es un perro de servicio de autismo entrenado, trabaja muy duro para ayudar a su madre, por lo que ella deseaba hacer algo por él.
Conseguirle un peluche de fresa era su prioridad, por lo que comenzó a preguntar en línea, si alguien sabía dónde podía encontrar uno.
Por fortuna, la publicación de Hayley fue vista por el gerente de la tienda que vendía el peluche y rápidamente se puso en contacto con ella.
El gerente le comunicó a la madre de Marley, que había la posibilidad de conseguirle dos peluches de fresa, por lo que estaban emocionados.
Finalmente llegó el paquete a la casa, destaparon la caja con entusiasmo y se llevaron una sorpresa, no habían dos fresas, habían 20.
Hayley no podía creerlo, estaba emocionada, y tan pronto Marley vio todas las fresitas, tampoco podía creerlo, estaba muy feliz de tener ese regalo.
Hayley, dijo:
«Marley se sorprendió. ¡No sabía qué hacer! Fue muy gentil al respecto, ¡pero estaba muy emocionado! ¡Pasó una hora revisándolos y dándoles un empujón a cada uno para que chillaran!».
Sin duda, Marley estaba muy contento de tener no solo uno, sino 20 peluches de fresa, y su madre estaba feliz de saber que nunca le faltará su juguete favorito.
Marley hace mucho por su madre, y ella quiere agradecerle eso siempre que puede, asegurarse de que siempre tendrá su peluche, es el mejor regalo que podría recibir.