Betty Walter, una rescatista de animales residente en Houston, recibió el mensaje de una amiga a su celular, sobre una perrita que había sido atropellada por un automóvil y estaba a su suerte. Betty tiene mucha experiencia en rescate y acogida de animales abandonados, pero estaba en el trabajo y no contaba con espacio para acoger a más perros en ese momento.
A pesar de esto, a medida que avanzaba el día, Betty no podía dejar de pensar en cómo se encontraría la perrita, y tan pronto como terminó su turno se dirigió hasta el lugar donde le avisaron que estaba para ver si ya había recibido la ayuda que necesitaba.
Cuando llegó, Betty vio que la perrita todavía estaba allí, acompañada de otro perro. Los dos animales fueron llamados Betty White y Allen, estaban en un área cubierta de hierba alejados de la avenida y los vehículos.
Perro sin hogar se niega a alejarse de su amiga herida
Betty White estaba mal herida, y Allen lo sabía, así que no se apartaba de su lado ni un instante. Se sentó allí protegiéndola, alejando a cualquiera que intentara acercarse demasiado.
Betty le dijo a The Dodo:
“Cuando me detuve, había un par de perros en la distancia [y] él los persiguió. Cuando salí de mi auto para mirarla, él corrió hacia mí… Tuve que asegurarle que estaba allí para ayudar”.
La mujer fue muy cuidadosa y se esforzó en tratar de ganarse la confianza de Allen para así ayudar a Betty. Luego de un rato, su amiga quien le había avisado sobre la perrita, llegó para ayudarla a subir a Betty al auto.
Durante ese tiempo, Allen estuvo observando muy de cerca, asegurándose de que Betty estuviera a salvo. Una vez en el auto, Betty y su amiga también subieron a Allen. Estaba claro que quería ir con ella; tenían que ser rescatados juntos.
Al ver su dulce vínculo, Betty supo que tenía que hacer un poco de espacio para los dos mejores amigos en su casa para cuidarlos. Le preocupaba que si no lo hacía, no encontraría quien los llevara y podrían terminar separados.
Betty dice:
“Aquí en Houston, es difícil encontrar hogares de acogida para perros grandes”.
La dulce perrita tenía su pelvis rota y necesitaba de una cirugía. Una vez que se realizó el procedimiento, se fue a casa con su nueva familia de acogida para recuperarse y estar con su mejor amigo Allen.
Con el paso de los días, se hizo evidente para la mujer lo unidos que eran Betty y Allen. Se aman y es por eso que Allen no se apartó de su lado cuando ella se lastimó. Él solo quería estar a su lado sin importar nada más.
La adorable Betty aún tiene que superar algunos problemas médicos más antes de estar lista para encontrar su hogar definitivo. Necesita tratamiento contra el gusano del corazón y algunas sesiones de fisioterapia.
Su rescatista considera que necesita de unos meses antes de que esté lista para ser adoptada. Por su parte, Allen está listo, pero no irá a ninguna parte sin Betty. Después de todo lo que han pasado, Betty y Allen únicamente desean vivir en un hogar amoroso donde puedan permanecer juntos.
La mujer asegura:
“Realmente aman la atención. [Necesitan] a alguien que les dé muchos besos y abrazos. Para mantenerlos a salvo y hacerlos sentir seguros. A Allen le encantan los juguetes, [así que] quiere alguien con quien lanzar la pelota y jugar a perseguirlos. Betty quiere una cama para acostarse y quedarse a tus pies”.
Betty y Allen son los mejores amigos del mundo, y seguramente en poco tiempo estos dos encantadores perros tendrán el mejor hogar posible, donde podrán vivir su vida juntos.