Matea se dirigía a su casa en bicicleta después de salir del trabajo, cuando de repente se encontró con un gatito que estaba deambulando solo, cerca de una avenida principal que es muy transitada, por lo que la mujer sabía que tenía que hacer algo para ayudarlo.
Matea dijo a Love Meow:
«Iba en bicicleta en mi ruta habitual. Cuando me acercaba a la intersección, noté una pequeña bola de pelusa y me di cuenta de que era un gatito diminuto, obviamente desnutrido».
La mujer se bajó de su bicicleta y se acercó al felino para tomarlo bajo su cuidado, mientras que el pequeño simplemente la observaba.
Mujer va en bicicleta y se encuentra a un gatito
El gatito también se acercó a Matea, parecía como si estuviera listo para que lo recogieran y recibir la ayuda que tanto estaba esperando. Luego, Matea puso al pequeño en su mochila para poder transportarlo con mucho cuidado, en ese momento el gatito solo era piel y huesos.
Sin embargo, estaba muy contento y aliviado de recibir ayuda, tanto que durante todo el viaje decidió relajarse y tomar una larga siesta.
Matea comentó:
«Dormía con mi vestido recogido en mi mochila. Estaba en muy mal estado el primer día, pero creo que finalmente entendió que podía relajarse y dormir».
La mujer llevó al gatito atigrado al veterinario y allí le dijeron que su peso era muy bajo y que solo tenía la mitad del tamaño que debería tener. Pero tenía muchas ganas de vivir y de luchar contra cualquier adversidad, por lo que sabían que con buenos cuidados lograría prosperar.
La apariencia del gatito era muy tierna, incluso sus orejas grandes lo hacían parecer a Gizmo, un personaje muy recordado de la película ‘Gremlins’, y así obtuvo su nombre.
Tal vez, el destino puso en el camino de Matea al gatito, ya que ese día salió más tarde del trabajo y por ello lo pudo encontrar.
Cuando llegó a su nuevo hogar, Gizmo se sintió como en casa, comió hasta saciar todo su apetito y descansó en sus cómodas y cálidas mantas. Matea le dio un peluche para que no se sintiera solo, y así lograra descansar sin ningún problema y recuperar todo el sueño perdido.
Luego de una extensa atención veterinaria, Gizmo poco a poco comenzó a mejorar y empezó a demostrar que era un gatito con mucha energía. Durante las siguientes semanas, Gizmo evolucionó satisfactoriamente, no solo recuperó su salud y peso por completo, sino que también demostró ser muy inteligente.
Pronto, Gizmo se convirtió en un bicho lleno de amor y asumió el papel de supervisor de la casa, puesto que vigilaba a sus cuidadores. Realmente, el gatito adora a todos sus cuidadores, constantemente los llena de muchas caricias y nunca deja de poner una sonrisa en su rostro.
Matea agregó:
«Él me saluda todas las mañanas cuando me levanto, y todas las tardes cuando llego a casa del trabajo».
Desde que pudo ser rescatado, el pequeño Gizmo ha recorrido un largo camino, pero lo mejor es que se ha convertido en un hermoso gato joven.
Gracias al buen corazón de Matea, Gizmo obtuvo una segunda oportunidad en su vida, y ahora solo disfruta su cómoda vida VIP.