Los animales que son ayudados a cambiar su vida siempre tienen un agradecimiento especial con las personas que les brindan su apoyo, pero también comienzan a experimentar actividades que nunca habían vivido y cuando un bebé elefante rescatado puso un pie en una pequeña tina llena de agua, estaba emocionado por experimentar por primera vez de qué se trataba un dulce baño.
Chaba nació en un pequeño corral de hormigón en las instalaciones de un campamento para montar elefantes, en la ciudad de Chiang Mai, Tailandia.
La madre del pequeño estaba obligada a realizar diferentes espectáculos diarios como: montar en bicicleta, pintar cuadros y otros trucos, para entretener a los turistas.
Bebé elefante rescatado le encanta el agua
Es muy probable que este también hubiera sido el destino de Chaba, pero afortunadamente los rescatistas de la organización Save Elephant Foundation pudieron intervenir.
Ry Emmerson, director de proyectos de la fundación, dijo a The Dodo:
«Cuando nuestro equipo se enteró de la difícil situación de Chaba y su madre, BunMa, fuimos al campamento para ver cómo podíamos ayudarlos».
Al llegar al campamento, los rescatistas encontraron al bebé elefante y a su madre, en un corral de cemento sin ningún tipo de alimentación. Además, la madre estaba atada de una pata a una cadena corta y era evidente que ambos animales necesitaban atención médica para mejorar su estado de salud.
El fundador de la organización benéfica se encargó de negociar la liberación de la familia de elefantes, y finalmente los pudieron rescatar en agosto.
Los rescatistas ya tenían un plan establecido para transportar a los elefantes en un camión hasta el santuario para animales Elephant Nature Park (ENP). Pero BunMa estaba muy nerviosa y tenía miedo de ser separada de su bebé, por lo que no quiso subir al vehículo de transporte.
Ry comentó:
«Decidimos que era más seguro para ellos caminar hasta nuestro santuario. Después de dos horas de caminata, llegaron a ENP y los recibieron con un pastel de elefante».
Ambos animales estaban felices en su nuevo hogar, y luego de devorar el pastel de bienvenida Chaba se alistó para recibir su primer baño.
La reacción de Chaba sorprendió a todos, pues cuando llegó a la tina llena de agua, la expresión de satisfacción que tenía en su cara demostró su alegría. El pequeño elefante de cuatro meses de edad, descubrió una de sus actividades favoritas, y ahora disfruta mucho jugar en el agua.
Ry agregó:
«¡Chaba es un verdadero bebé de agua! Le encanta chapotear en el agua y luego volver corriendo hacia mamá para tranquilizarla. Ahora, le encanta jugar en la piscina con su balón mientras su madre disfruta de deliciosas frutas».
Sin duda, ahora ambos animales disfrutan de una vida plena en libertad, socializan con otros animales, buscan comida y juegan como nunca antes lo hicieron.
Pero Chaba siempre deja claro que lo que más le gusta es jugar con el agua y chapotear en su pequeña piscina.
Si deseas ayudar a Chaba y a su mamá puedes hacer una donación a Save Elephant Foundation.