Las mascotas suelen demostrar sus sentimientos de una manera muy especial, pero en ocasiones, nos sorprenden con su actitud y la forma de entender las cosas, como un gatito que no pudo contener su emoción al ser rescatado para tener una mejor vida al lado de un compañero ideal.
En Texas, una familia de buen corazón se encontró a un pequeño gatito naranja vagando por las calles, sin un lugar a donde ir. Ellos decidieron acogerlo, pero notaron que era un poco diferente y que necesitaba atención médica especializada, por lo que llamaron a Murphy’s Safe Haven.
El grupo de rescate de animales rápidamente atendió el llamado y decidió ayudar al pequeño gatito, lo llevaron a sus instalaciones y le realizaron un chequeo médico.
Gatito no puede evitar emocionarse al ser rescatado
Audrey, voluntaria del refugio compartió con Love Meow:
«Theodore (el gatito) nació con labio leporino e hidrocefalia. Afortunadamente, su paladar está intacto y no tiene deformidades».
Theodore al principio era un poco tímido, pero de a poco se fue acostumbrando a su hogar de acogida y rápidamente salió de su caparazón. Con los tratamientos y cuidados adecuados, pudieron controlar sus problemas médicos y, unos días después, la personalidad del pequeño sufrió una notable transformación.
El gatito naranja ya no era tranquilo y, tan pronto como ganó algo de fuerza, se convirtió en una máquina de energía desenfrenada que solo quería jugar. Theodore demostraba con su actitud enérgica lo feliz y emocionado que estaba por tener un lugar en donde refugiarse y sobre todo para divertirse.
Audrey se dio cuenta de que Theodore anhelaba tener un compañero de juegos, ya que su energía parecía ser inagotable, corría las 24 horas del día. Necesitaba encontrar a otro gatito de su edad, para que se convirtiera en su mejor amigo y ayudara a cansar a la pequeña bola de pelos.
En ese momento, se enteraron de un gatito llamado Tiny que estaba en un refugio local y necesitaba ser trasladado a un hogar de acogida.
Audrey dijo:
«Tiny era un gatito solitario y tenía el mismo problema de Theodore: estaba muy lleno de energía y no tenía con quién jugar. Sabía que era perfecto».
Finalmente llevaron a Tiny a casa para acogerlo y, rápidamente, los dos pequeños gatitos se hicieron amigos y empezaron sus travesuras por toda la casa.
Audrey comentó:
«Se metían en problemas cada vez que podían. Con el paso de los días, todo mejoró».
Ahora se han vuelto inseparables, hacen todo juntos e incluso Theodore sigue a su hermano por toda la casa e intenta luchar con su cola. Tiny se ha vuelto demasiado cariñoso con su hermanito adoptivo menor, y cada vez que toma una siesta, se acurruca a su lado.
Según Audrey, Tiny actúa como un padre y cuida de Theodore como si fuera su propio bebé, agarra juguetes y lo llama para que juegue con ellos. Incluso cuando llevan a Theodore al veterinario para un chequeo, Tiny siempre insiste en acompañarlos, sabe que su compañía es muy importante para él.
En una de las últimas visitas al veterinario, Theodore recibió un tratamiento médico para combatir una infección en su boca de manera oportuna. Por suerte ya está recuperado, pero desde que inició su proceso, Tiny siempre ha estado a su lado animándolo y cuidándolo de todos los peligros.
Los dos gatitos tuvieron la fortuna de encontrarse en un hogar de acogida, ahora son mejores amigos y ambos demuestran su emoción al contar con un compañero de vida.