Bañar a un perro puede ser una tarea fácil, pero que a veces se convierte en un desafío. Como ocurre con Oaken, que aunque no le importa la hora el baño, el perro se niega a mojarse su trasero esponjoso cuando es su turno de bañarse.

Desde que el pequeño pastor australiano entró en la vida de su madre humana, Michaela Koch, le ha hecho saber sus caprichos. Uno de ellos es que nunca le ha gustado mojarse el trasero, y aunque suene divertido, en realidad Oaken odia que esto suceda.

Michaela dijo a The Dodo:

«Es extremadamente terco, pero al mismo tiempo es extremadamente tierno».

Perro se niega a mojar su trasero peludo

Imagen | Michaela Koch

Lo más gracioso de todo es que cada vez que Michaela decide bañarlo, Oaken siempre realiza la misma rutina de movimientos divertidos. Él suele trepar sus patas traseras a un costado de la bañera apoyándolas contra la pared para que de esta manera no le llegue agua a su trasero.

Imagen | Michaela Koch

Michaela dijo:

«Se deslizará hasta la parte de atrás de la bañera y desde allí simplemente apoyará las patas en la pared o en el borde. Mientras continuamos bañándolo, ¡él continúa moviendo sus patas más arriba de la pared!».

Según su madre, Oaken siempre ha realizado esta serie de maniobras acrobáticas en la ducha desde que era un cachorro, y las ha ido perfeccionando. Él se ha convertido en un experto del equilibrio en dos patas, y aunque la superficie es bastante resbaladiza, encuentra la manera de sostenerse.

Imagen | Michaela Koch

El lindo perrito hace todo lo posible para impedir que no le pase lo que más odia, pero a pesar de todos sus intentos, al final tiene que ceder. No importa cuanto lo evite, finalmente tiene que dejar que su madre le frote el trasero, y el buen chico simplemente acepta su destino.

Sin importar la superficie o el lugar en donde haya agua, la reacción del tierno perrito siempre es la misma; tiene que evitar mojarse el trasero.

Imagen | Michaela Koch

Michaela dijo:

«Tenemos una piscina para bebés para él, y se queda allí parado cada vez que entra, pero cuando se trata de sentarse en la piscina, se niega».

Si bien, este peludo no es un fanático de los baños por sus caprichos; hay solo una cosa que le encanta de ellos. Cuando termina su indeseable baño, siempre sale corriendo como un loco por todos los lugares de la casa haciendo desastres.

Imagen | Michaela Koch

Michaela dijo.

«Se vuelve loco después del baño y empieza a hacer parkour por encima de todos los muebles, derribando todo en su camino».

La hora del baño siempre será un descontrol cuando se trate del pequeño Oaken, pero su madre siempre tendrá paciencia para lograr su objetivo.

Imagen | Michaela Koch

Mojar su trasero no es del agrado de Oaken, y aunque su madre lo moja por completo, él la seguirá amando para siempre.

Esta entrada fue modificada por última vez en 31 agosto, 2020