No hay duda de que los perros forman un vínculo muy fuerte con los humanos, en especial cuando creces junto a ellos, como el caso de una niña que adora a sus perros. Ramona, es una niña que ama a sus dos hermanos, Zeus y Blue, aunque son perros, a ella no parece importarle y solo quiere ser parte de la manada.

Sus hermanos tampoco demuestran importancia a sus diferencias, y están felices de incluirla en su manada, ellos son muy gentiles y amorosos con ella.

Ramona es muy feliz compartiendo tiempo con ellos, juegan y salen juntos, y aunque todavía no es muy gentil, los perros le tienen mucha paciencia.

Niña y sus perros esperan regalo del vecino

Imagen | Mike Whalley

Mike Whalley, padre de Ramona, dijo a The Dodo:

«Ella ama a sus grandes cachorros y siempre está tratando de darles besos. También a menudo los encuentra graciosos, con frecuencia se ríen nerviosamente de algo que están haciendo, como perseguirles la cola o saltar por juguetes o bocadillos».

Así que, cuando Ramona se enteró de que sus hermanos recibían golosinas, todos los días, por parte de su vecino, ella tenía que hacer parte de esa rutina.

Imagen | Mike Whalley

Mike dijo:

«Nuestro vecino, Gary, originalmente compartió un sándwich de mortadela con Zeus una tarde. Nos preguntó si todo estaba bien y luego comenzó a comprar cajas de golosinas para perros, para compartir. Al principio, era solo Zeus, luego obtuvimos a Blue y él se unió».

Tan pronto Ramona comenzó a comer alimentos sólidos, el vecino le dio una galleta de avena recién horneada y ella quedo encantada con el detalle.

Ramona se dio cuenta de lo bien que eran atendidos sus hermanos, así que, desde entonces, se hace en la cerca para esperar el regalo del vecino.

Imagen | Mike Whalley

Mike dijo:

«Ahora que está caminando y con movilidad, simplemente trota hacia la cerca para alinearse con los perros y poder obtener sus golosinas».

Como era de esperarse, el vecino también está encantado con la actitud de la niña, y siempre tiene algún detalle horneado y delicioso para ella.

Aunque, el vecino generoso le da la golosina correspondiente cada día a Ramona, a los dos perros siempre les da muchas más.

Imagen | Mike Whalley

Mike dijo:

«Reciben su desayuno, la hora del almuerzo, la pausa para el café y la merienda. Para la hora de acostarse, obtienen su hueso más grande para cepillarse los dientes. Ramona generalmente se une para las golosinas de la tarde y casi siempre es una galleta casera o de Ritz».

Zeus y Blue, tienen acostumbrado a su vecino Gary, a un horario muy estricto, y si por algún motivo se pasa su tiempo de golosinas, ellos se encargan de avisarle.

Esta rutina diaria, se ha convertido en un ritual, y tanto Gary como los perros, se aseguran de que nunca falte este hermoso encuentro.

Imagen | Mike Whalley

Ahora que Ramona es parte de la manada, Gary siempre hará todo lo posible para no quedarles mal con sus anheladas golosinas.

Esta entrada fue modificada por última vez en 22 julio, 2020