Mientras se dirigía junto a su familia a una tienda de artesanías en Saint Cloud, Florida (Estados Unidos), Mallery Neptune se vio en la necesidad de detener su auto para permitir que unos inesperados transeúntes cruzaran con seguridad la calle. Un pequeño caimán salió de entre la hierba y se aventuraba a cruzar la carretera, seguido por algunas grullas de patas largas.

Mallery se había topado anteriormente con la familia de grullas descansando en la hierba en el lado opuesto de la calle. Cuando el pequeño caimán se dirigía en esa dirección, la mujer se dio cuenta de que las grullas intentaban proteger su territorio.

La mujer le dijo a The Dodo:

«Por el rabillo del ojo vi algo que se movía en la hierba. Mi brazo se extendió [hacia afuera] y golpeó a mi esposo en el pecho y grité: ‘¡cariño! ¡Para el coche! ¡Hay un caimán cruzando la calle! Apretó los frenos y vimos cómo se desarrollaba la escena».

Grullas ayuda a un pequeño caimán a cruzar la calle

Facebook/ Mallery Neptune

Mallery cuenta:

«Realmente esperaba que se mantuviera familiar ya que mis pequeños estaban en el auto con los ojos pegados al caimán. Las grullas estaban en su cola. Al principio, parecía un juego de seguir al líder, pero una vez que el cocodrilo estaba en la calle, las grullas se adelantaron para guiarlo a casa».

La familia logró observar cómo las grullas extendían sus alas y protegían el cruce mientras trataban suavemente de redireccionar al caimán y lo encaminaban en la dirección contraria.

Mallery recuerda:

“Fue increíble verlos usar sus alas para aumentar su tamaño y redirigir al caimán. Definitivamente eran un equipo que trabajaba como un frente unido».

Facebook/ Mallery Neptune

El pequeño caimán comprendió el mensaje y se dirigió de regreso al estanque, y las adorables grullas lo acompañaron al agua para asegurarse de que llegara a salvo a casa. Para la mujer y su familia, esta interacción animal fue una experiencia increíble.

Mallery aseguró:

“Hemos visto caimanes tomando el sol alrededor de los estanques, pero nunca hemos visto a uno cruzar la calle o interactuar con las grullas de esta manera. ¡Fue muy divertido presenciar estos increíbles animales!».

Facebook/ Mallery Neptune

Al principio, la mujer grabó la escena para enseñársela a su padre, pero cuando volvió a ver el video quiso compartirlo con las personas y lo publicó en sus redes sociales. En poco tiempo el video se volvió viral.

Mallery añadió:

«Decidí publicarlo porque toda la interacción nos estaba haciendo reír, y pensé que algunos de mis amigos también podrían disfrutar de la risa. La risa es contagiosa y a todos nos vendría bien reírnos ahora mismo».