Ser madre seguramente es una tarea muy agotadora, y Gutangara, una gorila de la montaña de las montañas de Virunga, en Ruanda, nos demuestra que las madres del reino animal también necesitan un descanso. Por fortuna otra gorila adolescente llamada Ubukombe está feliz de ayudar a estas madres estresadas, actuando como niñera.
Donna Gorman, una especialista en comunicaciones de The Dian Fossey Gorilla Fund dijo a The Dodo:
«Ubukombe nunca pierde la oportunidad de ser voluntaria para cuidar a los bebés del grupo, y su cuidado de niños les da a las madres un descanso de los deberes maternos».
Gorila adolescente sirve de niñera a una madre agotada
Ubukombe fue vista cuidando de un recién nacido, mientras la agotada madre Gutangara tomaba un pequeño descanso, esta madre pertenece al Grupo de Pablo, un grupo histórico que ha sido monitoreado por el Fondo Fossey desde 1993.
Gutaranga cuenta con 7 hijos vivos, se le considera la gorila mas exitosa, y siempre parece tener las manos ocupadas. Voluntarios como Ubukombe son de gran apoyo para la gran familia de Gutangara.
Ubukombe no solo está ayudando a las madres, ella está ayudando a salvar su especie. Un censo reciente dice que solo quedan 1.063 gorilas de montaña. El tiempo por corto que sea que el bebé pasa separado de su madre, desarrolla su independencia.
Aquí esta un tierno vídeo de Ubukombe cuidando bebés:
Donna también dijo:
«El trabajo de niñera se observa en los gorilas, pero en algunos grupos con más frecuencia que en otros, y en algunos gorilas más que en otros».
Ubukombe es sin duda una gorila sorprendente, con solo 6 años cuida de los bebés con mucha habilidad.
Donna agregó:
«[Ella] se observa con frecuencia cuidando a los bebés del grupo, a pesar de su corta edad, a menudo vemos a Ubukombe acicalando y abrazando a los bebés».
Donna dijo:
«Cuanto antes el bebé se vuelva independiente, antes podrá la madre volver a dar a luz. Por lo general, una madre gorila tarda tres años y medio a cuatro años en destetar a su bebé, y durante ese tiempo, no quedan embarazadas».
El trabajo en los esfuerzos de conservación está logrando que los gorilas de montaña ya no estén al borde de la extinción. Y con ayuda como la de Ubukombe, podrían prosperar mucho más.
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