Levi es un encantador y amoroso perro mezcla de labrador que aprendió que nunca debe saludar a alguien con sus patas vacías. Y es que el astuto chico se emociona tanto cada vez que su mamá regresa a casa que no puede salir a recibirla sin antes encontrar el regalo perfecto para demostrar su amor por ella.
Por supuesto, cuando se trata de los regalos de Levi, su madre, Lori Eddins, sabe que lo que cuenta es la intención. El dulce perro suele encontrar los obsequios más absurdos pero adorables para entregarle a su madre, y ella adora eso de su compañero peludo.
Lori le dijo a The Dodo:
«Lo primero que se destacó fue cuando me trajo una caja de tornillos abierta y medio masticada. Así que lo llevé al veterinario para que le hicieran radiografías».
Perro siempre da la bienvenida a mamá con un regalo
Por fortuna, el encantador perro no había comido nada de aquella caja con tornillos y se encontraba en buen estado de salud, pero al parecer la reacción de Lori ante el «regalo» animó al canino a continuar con aquella dulce rutina.
Lori cuenta:
«Creo que mis ruegos y palabras de bebé para que entregara la caja de tornillos podría ser lo que inspiró sus entregas. ¡Él pensó que era genial!».
Desde entonces, el adorable perro suele darle a su mamá algo especial cuando llega a casa después de pasar un pesado día de trabajo.
La madre de Levi asegura:
“Ha traído de todo, desde sus juguetes, hasta huesos y mantas, matas de hierba, pedazos de cartón o papel (yo los llamo ‘tarjetas’) y madera de jardinería. Mi favorito fue cuando descubrió dónde habían limpiado el ramo de flores y me trajo flores. Si se encuentra conmigo en la puerta con las manos vacías, le dejo llevar mis llaves a la puerta y está muy orgulloso».
Por supuesto, algunos de sus obsequios no son algo que le agrade mucho a Lori. En algunas ocasiones, le lleva estiércol de caballo o intenta tomar una de las gallinas de la propiedad para entregársela como presente a su madre.
Y claro que, aunque las gallinas no disfrutan tanto ser el obsequio, Lori se siente tan agradecida por tener un perro tan generoso, que suele llenar su vida de alegría.
Lori se asegura de que su amado perro sienta todo su agradecimiento.
La mujer finalmente, dijo:
«Le doy grandes abrazos y le agradezco como si me hubiera traído el billete de lotería ganador. La mayoría de las cosas se las regreso, algunas terminan en la basura. ¡Me quedé con las flores!».
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